El objetivo fundacional de Polo Positivo, aceleradora de proyectos empresariales constituida por Fundación Caja de Burgos en colaboración con Grupo Antolín, Aciturri, Pascual y Gonvarri, pasa, no sólo por fomentar la creación de nuevas empresas en Burgos, sino también por apoyar la expansión de proyectos ya en marcha. Y dentro de ese segundo objetivo, la aceleradora ha extendido su red a varios proyectos en los últimos tiempos, incluido el García Varona, una de las grandes referencias madereras de Las Merindades, que acaba de entrar a formar parte del programa Impulso Pymes.
Según explica Francisco Javier Cuasante, responsable de desarrollo de Polo Positivo, el de García Varona es el «ejemplo perfecto» de empresa a potenciar. Se trata de una compañía familiar «moderna», gestionada por la segunda generación, implantada en el ámbito rural, con «vocación de crecimiento», valores medioambientales y que ha sabido desarrollar su modelo de negocio, afianzando «toda la cadena de valor» de la madera.
Sin embargo, tal y como reconoce Almudena García, gerente de la empresa, aún es necesario seguir creciendo. Y no por el mero hecho de crecer sin más, sino porque ese crecimiento es la mayor garantía de sostenibilidad a largo plazo. «Ahora mismo estamos muy cómodos con el tamaño que tiene la empresa, pero es difícil sobrevivir en el contexto europeo», así que no crecer «no es una opción».
Así pues, tras un tiempo de estudio, García Varona, que ya estaba «en el radar» de la Fundación Caja de Burgos tras haber colaborado en la redacción del último plan estratégico, decidió lanzarse a la piscina y abordar un «crecimiento inorgánico» más allá de la propia estructura de la empresa. Un crecimiento que ha derivado en la reciente adquisición del aserradero Haya, ubicado en Navarra.
La operación ha estado apoyada por Polo Positivo, que se ha encargado de asesorar a García Varona, ayudando a la realización de la due diligence y caminando junto a la empresa durante todo el proceso, que supone una «oportunidad de desarrollo».
En este sentido, explica García, el apoyo de Polo Positivo ha sido clave. No en vano, una vez iniciada la actividad, «las pymes son las grandes olvidadas». Y es que buena parte de los apoyos administrativos se centran en la creación de empresa, pero no en su crecimiento, que a la postre es un factor determinante, tal y como corrobora Cuasante. «El fin último de Polo Positivo es el desarrollo económico y social de Burgos y los verdaderos generadores de empleo son las empresas del perfil de García Varona», subraya.
La empresa se fundó en 1964 en Santelices de Valdeporres, desde donde se ha ido expandiendo por Las Merindades, Cantabria y ahora Navarra. Y los planes de futuro apuntan, según García, a seguir creciendo, puede que incluso en el ámbito internacional. No en vano, buena parte del su mercado se centra en el exterior, donde el sector maderero es muy importante.
Y es un sector en el que Burgos tiene mucho que decir. «Tenemos una masa forestal impresionante y cierta estructura, con varios aserraderos» repartidos por el territorio que suponen una «oportunidad» para la provincia, sostiene García.
Fuente: BurgosConecta