Ser autónomo es difícil, pero serlo en España lo es aún más. Un trabajador por cuenta propia que cotice sobre la base mínima -que en 2021 se situó en 1.214,08 al mes- abonará 371,51 euros mensuales en concepto de cuotas a la Seguridad Social. Una cifra que dista mucho de otros países como Francia o Alemania, donde un autónomo que cotice por la base mínima pagará 2.400 euros al año menos que en España.
En ambos países, la cuota sobre la base mínima es del 14% de los ingresos, lo que supone la mitad que en España donde se paga el 30,6%. De esta forma, si se aplica ese 14% sobre la base mínima -1.214,08 al mes- da como resultado una cuota de 170 euros al mes, lo que supone 200 euros mensuales menos que en España. Además, tanto en Francia como en Alemania no se establece una cuantía mínima, sino que depende de los ingresos que se obtengan por parte del profesional autónomo. Es decir, que en momentos en los que se reduzca la actividad y por consecuencia los ingresos, los trabajadores por cuenta propia pagarán acorde al dinero que han cobrado durante el mes anterior, lo que es muy ventajoso en el caso de que se produzca una caída en la facturación.
Al igual que España, un autónomo cuenta en Francia y Portugal con una tarifa plana, que consiste en un descuento en la cuota mensual que se le hace a los nuevos profesionales que se dan de alta en el RETA de la Seguridad Social para que tengan que pagar menos durante el primer año como trabajador por cuenta propia ante las dificultades económicas que pueden acarrear. Sin embargo, también en esta ventaja los autónomos españoles salen perdiendo. Mientas que en España la cuota mensual baja hasta los 60 euros durante el primer año, en Francia y Portugal aplican una rebaja del 100% durante el primer año -es decir, los autónomos no pagan nada en los primeros 12 meses de actividad-.
Las distintas variantes del Covid-19, las medidas restrictivas impuestas por los gobiernos por el aumento de la incidencia acumulada y el hachazo del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el aumento de las cuotas ha provocado que los autónomos sean uno de los colectivos más castigados en 2021 hasta provocar que se reduzca notablemente su tasa de supervivencia del 92% al 86% en el primer año de vida. Un escenario que ha motivado que miles de trabajadores por cuenta propia se encuentren en su primer ejercicio de vida en una situación comprometida al no poder mantener la actividad a lo largo del tiempo.
La tasa de supervivencia es la clave de una parte sustancial del empleo que se está creando, cada vez más a tiempo parcial. No obstante, la limitación de ingresos al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) añade trabas al inicio de la actividad a la que hay que sumar otras muchas barreras como la capacidad de financiación o promoción para impulsar el negocio. Ante esta situación, las distintas asociaciones de autónomos al Gobierno de Pedro Sánchez mantener la libertad de cotización para los trabajadores por cuenta propia -lo que constituye una de las esencias del funcionamiento del sistema- para aquellos autónomos ya establecidos, lo que no obsta para implementar incentivos para que voluntariamente los autónomos aumenten su cotización y su esfuerzo sea más progresivo.
Fuente: OK Diario