El Gobierno prevé ahorrarse 500 millones de euros cada año con el nuevo modelo de tarifa plana para los autónomos que sustituirá al actual, según la valoración que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migración ha trasladado a la mesa que analiza el nuevo Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta). Los negociadores tuvieron ayer una nueva reunión en la que poco o nada avanzarón en las cuotas aunque sí negociaron el nuevo cese de actividad de los autónomos.
Fuentes de los negociadores explican a eE que el endurecimiento de las condiciones de la tarifa plana permitirá reducir a la mitad -desde los actuales 1.000 millones cada año-, el coste de las bonificaciones y reducciones a las cuotas de los autónomos que se inician.
La tarifa plana se creó en 2013 con el fin de ayudar a los emprendedores a establecerse por cuenta propia con reducciones en las cuotas mensuales de la Seguridad Social. Desde entonces ha ido sufriendo modificaciones sin poner en duda la validez de la medida.
Los cambios propuestos por el Ministerio de José Luis Escrivá son sustanciales y a la baja. El primero, que la tarifa plana durante el primer año de la actividad del autónomo se eleva de la actual cuota mensual de 60 a 70 euros (en 2013 arrancó con 50 euros al mes y subió a 60 en 2019, ya con el Gobierno de Pedro Sánchez), aunque el segundo año se mantiene en los mismos términos que ahora: el primer semestre, los autónomos disfrutarán de una reducción del 50% sobre la cuota mínima, unos 143 euros al mes, y el segundo semestre su cuota se eleva al 70% de la mínima, unos 200 euros al mes.
No obstante, hay que tener en cuenta que la intención del Gobierno es reducir la cuota mínima de los actuales 294 euros a 250, por lo que los autónomos abonarán en su segundo año de actividad 125 euros mensuales en los seis primeros meses y 175 euros los seis últimos.
Un segundo cambio es que se rebaja de tres a dos los años con ayuda que disfrutan los varones menores de 30 años y los mujeres que no superen los 35 años. En estos casos se benefician durante el tercer año de actividad de una rebaja del 70% de la cuota mínima (pagan 200 euros al mes).
Devolver los beneficios
Pero la reforma más dura es que la bonificación durante los dos años de duración está condicionada a los ingresos netos que obtenga el autónomo. Así, si durante la vigencia de la tarifa plana tiene ingresos superiores al SMI perderá las reducciones. En la actualidad, poco importa cómo se haya comportado el negocio: la tarifa sigue reducida en cualquier caso.
La idea es que en otoño del segundo año de actividad, la Seguridad Social, tras cruzar los datos de IRPF con Hacienda, compruebe si los ingresos del autónomo durante el primer año (cuya cotización mensual ha sido de 70 euros) han superado el SMI.
Fuente: El Economista